sábado, 4 de septiembre de 2010

Como un gorrión...

Nació libre como el viento
no tiene amo ni patrón
y se mueve por instinto
como un gorrión.


A un mes, 5 de septiembre, "quedó su nido seco y vacío". El Gorrión prefirió, por algún motivo, sobrevolar otras nubes, probar de nuevos frutos, conocer otras flores.
Va cantando sus mejores notas de pecho, allá donde inicia la vida para no terminar.

Te oyes en el cuerpo de las hojas, cuando la lluvia golpea y el viento festeja los latidos de vivir que alzan el vuelo.

Lectura de Leonor

Apenas recibí tu mail , me puse a leer las poesías , me gustan , me gusta tu lenguaje desbocado ,
que busca en la calle sus palabras ,
me gusta ese soltarle la mano al verso y dejarlo que diga .
Me gusta esa mirada sobre las cosas del afuera que dice lo que llevas dentro .
Esa soledad solísima que habita la calle , la ciudad , ese oximoron donde se expresa la vida ...me gusta
Me gusta ese viaje en "camión" (¿ómnibus para nosotros?) que descubre las mil aristas de una cuidad laberinto .
La búsqueda en Camino adentro , búsqueda que parece ser el objeto no el sentido del movimiento , con ese rumor entre ala y alilla
y esa vida que huele y se mira en el espejo donde vuelve a aparecer la soledad La soledad ya es una compañera incluso en el viaje de los grillos más adelante donde a pesar de todo ilumina el sol ...aunque la vida pase por otro lado

Me gusta Graciela querida , ya te mandaré algo de lo nuevo que estoy escribiendo y si te fijas en mi blog tengo tres libros completos , . Mandame otros poemas así seguimos tejiendo este puente de palabras Un abrazo Leoor
Leonor Mauvecin

viernes, 9 de enero de 2009

Pura ¿Indecisión?

INCERTIDUMBRE

Al final del ojo celeste

sobre las bóvedas de oro

la incertidumbre mora.

Sometido a su ley,

a la intemperie de soles negros,

sombra del cuervo

o zafiro

la incertidumbre resplandece.

Apoyo mis pies abstractos

sobre los juncos oscuros,

rozo las cornisas del abismo,

la brisa del oriente alucina,

trae cánticos de ángeles caídos

que alaban su lenguaje de grietas.

En la vastedad del silencio medito.

Extraña dualidad,

amarla y temerla.

Rabí de las manos traspasadas,

indefenso

quiero hacer pie,

plantar mis banderas

en las planicies de los sueños,

hazme llegar

a zonas de indulgencia.


Incertidumbre, de la argentina Elena Caricati Penella, nos hace confirmar sin lugar a dudas, la condición viva de la poesía, si es esencia que se crea con la vida. La incertidumbre que hoy por hoy parece calar anímica y materialmente a los terrícolas, cuando menos; y en particular, a quienes pendemos enfermizamente de la información que difunden los medios masivos, es tema por de más vigente.

Caricati nos conduce a una indecisión tan abarcadora que descsiede amenazante - con lanzar a los abismos- allá donde los "ángeles caídos"; y sube poderosamente hasta donde los ojos nos permiten ver, rumbo al espacio celeste. ¿Existirá mayor sensación de incertidubre que apoyar pies abstractos sobre la oscuridad? La indefensión se palpa junto al deseo de plantarse con firmeza en otro espacio que salve de la pura indecisión.

¿Aquién le toca perdonar las culpas ajenas, los desatinos, las injusticias, los abusos, la miseria?